Escándalo en la Dirección Seccional de Bogotá pone en la lupa la administración de José Camilo Guzmán, quien aspira a reelegirse nuevamente

Escándalo en la Dirección Seccional de Bogotá pone en la lupa la administración de José Camilo Guzmán, quien aspira a reelegirse nuevamente

Escándalo en la Dirección Seccional de Bogotá pone en la lupa la administración de José Camilo Guzmán, quien aspira a reelegirse nuevamente

Escándalo en la Dirección Seccional de Bogotá pone en la lupa la administración de José Camilo Guzmán, quien aspira a reelegirse nuevamente

La Dirección Seccional de Bogotá (DESAJ) está bajo escrutinio público  por presuntos actos irregulares durante la gestión de José Camilo Guzmán, a menos de un año de posicionarse en el cargo. Acusaciones de presuntas de corrupción y prácticas cuestionables han generado denuncias de índole penal y disciplinaria ante las entidades de control nacional, por actos notorios en su gestión.

En el Escándalo en la Dirección Seccional de Bogotá, se cuestionan cómo se hace entrega un nuevo objeto contractual a una nueva empresa, sin liquidar las empresas anteriores, más aún cuando las sanciones que la Dirección seccional no se encuentran Firmes, se trata de la empresa FAMOC DEPANEL SAS., la misma empresa curiosamente que alberga la Dirección Nacional y la DESAJ en las antiguas oficinas del DPS que se encuentran ubicadas en la séptima con Cra 26, en el edificio que antes pertenecía al DPS. Coincide con el nuevo contrato de la bodega, del cual también fue beneficiaria para la misma empresa. Este nuevo contrato, sin embargo, fue adjudicado por la modalidad de contratación directa, el mes de Diciembre del año 2023 y rápidamente fue conocido antes los organismos de control ALTOS SOBRECOSTOS obtenidos en este nuevo objeto contractual.

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El estado de la bodega antes.

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El estado de la bodega después.

 El contrato que fue realizado con el mismo objeto fue realizado a finales del mes de  DICIEMBRE, a escasos 10 días después de conocer la suspensión de los AUTOS que habían declarado que no existían motivos para declarar INCUMPLIMIENTO a las anteriores empresas prestadoras del servicio y que existían violaciones claras al debido proceso donde se afirmaba que la misma entidad tenía morosidad sin cancelar un solo mes de arriendo a los anteriores contratistas, y que incluso se está cohesionando el no paga para asfixiar a las empresas y entrar en cáusales de incumplimiento. Muy a pesar de ello, se procedió a firmar este nuevo objetó contractual, justificándolo con el supuesto “incumplimiento” de los contratos anteriores que aún se encuentran en desarrollo y no han sido liquidados. Los altos sobrecostos que se mencionan  en comparación con los valores iniciales, donde el valor por caja custodiada era de 960 pesos, muy diferente al nuevo valor de 1.439 pesos por caja, representando un aumento del 66% para la entidad.

Además, mientras los contratos anteriores no contemplaban anticipó, este nuevo proceso sí lo obtuvo, con un valor de 644 millones de pesos. La acumulación de objetos contractuales con el mismo fin, sin liquidar los anteriores, llevó a que se presentaran investigaciones y denuncias ante los organismos de control existentes  por posibles actos penales y disciplinarios contra el director de la entidad, incluyendo delitos como falsedad ideológica, prevaricato por acción y omisión, e incluso fraude procesal.

El Tribunal de Cundinamarca no se guardo nada y le hizo varios reparos a la Dirección Administrativa de la Rama Judicial en Bogotá, advirtiendo que se violaron varios derechos a la empresa contratante y que el procedimiento sancionatorio no cumplió los requisitos legales, que se afectó la buena fe de la empresa y las actuaciones de la dirección administrativa a cargo del señor José Camilo Guzmán, transgredieron “ostensiblemente el principio de legalidad que rige las actuaciones administrativas”.

Las sanciones al contratista se tumbaron. El Tribunal consideró que eran nulas las actuaciones del funcionario,  por tanto, orientó el pago de lo adeudado por la Dirección Administrativa de la Rama Judicial en Bogotá que,  va por más de 3.000 millones de pesos y sumando. El contrato es por cuatro años y en caso de querer liquidarlo, vendrían nuevas medidas a cargo de la Rama Judicial, de Justicia.

Escándalo en la Dirección Seccional de Bogotá pone en la lupa la administración de José Camilo Guzmán, quien aspira a reelegirse nuevamente

Director José Camilo Guzmán Santos, Consejo Superior de la Judicatura Dirección Seccional de Administración Judicial Bogotá

Revista IMAGEN buscó la respuesta de José Camilo Guzmán, como encargado de la Dirección Administrativa de la Rama Judicial en Bogotá, aunque manifestó cómo lo realizó con la revista SEMANA y advirtió que el caso se “encuentra en proceso judicial y tenemos que verificar el alcance”. Sin embargo, no respondió las dudas ni del proceso de contratación, de las decisiones que se tomaron, tampoco del estado de las investigaciones en su contra por otros escándalos de corrupción, como el connotado en la DNE, en el caso de los Nulle o en su paso por el Ministerio de Justicia.

Peculado por apropiación(activo), caso que se encuentra en la Dirección especializada por corrupción cuando estuvo en el Ministerio de Transporte.