Diana Trujillo, es la vallecaucana que por primera vez en español narró en vivo una misión de la NASA, con el arribo a Marte del vehículo espacial “Perseverance”, a las 4:15 p.m. del pasado jueves 18 de febrero de 2021.
Imagen superior.Diana Trujillo ingeniera aeroespacial de la NASA.Foto de internet.
La ingeniera aeroespacial caleña rompe un hito en la historia de la agencia aeroespacial estadounidense, al ser la primera mujer latinoamericana en ser admitida por la Academia Espacial de la NASA y parte además fundamental de esta misión, participando en el diseño del brazo robótico y dos instrumentos del explorador llamados Pixl y Sherloc.
El primer vuelo en Marte
A su vez el vehículo, lanzado el 30 de julio de 2020 y que pisó el suelo del planeta rojo, que tiene como misión buscar señales de vida microbiana pasada, transportó el helicóptero Ingenuity, un desarrollo tecnológico con el que intentarán realizar el primer vuelo controlado y con motor en Marte.
Vale anotar que esta misión a Marte requirió de superar muchas situaciones en donde Diana Trujillo tuvo un papel fundamental dentro del equipo que ha venido trabajando en la NASA.
Este fue el mensaje que replicó en redes sociales
«¡Aterrizaje confirmado! @NASAPersevere
ha llegado a Marte después de casi siete meses de viaje. Ahora comienza su misión de exploración. ¡#JuntosPerseveramos!», dice el trino publicado pocos minutos después, acompañado por un video de la emotiva celebración de Diana y sus colegas.
La transmisión fue emitida en directo por las redes sociales del programa espacial.
¿Quién es Diana Trujillo?
Egresada del Colegio Cañaverales de Cali, Diana Trujillo viajó hace 17 años con apenas US$300, a los Estados Unidos, con el deseo de encontrar mejores oportunidades de progreso personal, teniendo inicialmente que trabajar por tres años, limpiando oficinas y en una panadería, para poder costearse los cursos para hablar inglés.
De esta forma buscando un día información sobre diferentes carreras encontró la ingeniería aeroespacial y desconociendo totalmente este programa de formación, como ella afirma “le sonó”, pues quería estudiar el espacio y decía “aero y espacio” se relacionan.
Pero antes de ingresar a la universidad, indica como: “Dios puso en su camino una revista en la que publicaron biografías de mujeres que trabajaban en la NASA”, lo que la condujo a inclinarse por la ingeniería aeroespacial.
Su rendimiento académico al ingresar a la universidad de la Florida, empezó a ser destacado y en ello tuvieron que ver las buenas bases de matemática que recibió durante su educación en Colombia.
De esta forma en el 2007 fue escogida entre los mejores 18 estudiantes de la Universidad de Florida para hacer una pasantía en la Nasa. Se presentaron 3000. Fue la primera hispana migrante en la Academia Espacial. Luego debido a la sugerencia de un profesor se trasladó a la Universidad de Maryland.
Lo anterior le hizo retrasar su graduación un año, pero se justificó, pues se convirtió en la gerente del departamento de operaciones de la Academia.
«Buscando un día información sobre diferentes carreras encontró la ingeniería aeroespacial y desconociendo totalmente este programa de formación, como ella afirma “le sonó”, pues quería estudiar el espacio y decía “aero y espacio” se relacionan».
Luego de trabajar en la central de la NASA que se dedica a la construcción de naves espaciales no tripuladas fue ascendiendo, siendo actualmente jefa del equipo de ingeniería del brazo robótico de Perseverance, teniendo a su cargo un grupo de 15 personas responsables del desarrollo de los de los instrumentos claves del vehículo: Sherloc, Watson y Pixl, ubicados en lo que sería la mano de este brazo.
Sus logros ella los atribuye especialmente a Dios, que a ella le abrió los caminos y cada vez que abría una puerta supo tomar la oportunidad, unido a la disciplina, a no darse nunca por vencida, a tener presente que hay que empujar y a no resignarse con que no hay recursos, que es difícil.
Según señala Diana Trujillo, no se necesita ser un genio, ni tener cinco posgrados para trabajar en la NASA. Asegura que se necesita “ganas de hacerlo y entender que cada vez que se abre una puerta se debe caminar”, ”Ya que entre más difícil sea la situación más ganas se debe tener de hacerlo”, indica , afirmando con sus palabras, que “lo que se necesita es ganas y esa vaina de sobrevivencia que se tiene en tu corazón”.
Esta vallecaucana ya había participado en 2015 en otra importante misión a suelo marciano: la del robot Curiosity y conserva la esperanza de convertirse en astronauta o que alguno de sus dos hijos lo llegue a ser.