Asamblea 49 de OEA concluye con polémica por aceptación de embajador venezolano de Guaidó

Asamblea 49 de OEA concluye con polémica por aceptación de embajador venezolano de Guaidó

La Asamblea 49  de la OEA en  Medellín  concluyó  con polémica Asamblea por  la  aceptación de las cartas credenciales del diputado venezolano Julio Andrés Borges ,como embajador del gobierno interino de Juan Guaidó ,a tal punto que Uruguay se retiró de la Asamblea realizada en Medellín, manifestando su posición de rechazo a reconocimiento de Borges como representante de su  gobierno.

Según palabras de Ariel Bergamino, subsecretario de Relaciones Exteriores de Uruguay, “si la Asamblea convalida las credenciales del representante de Venezuela, estaría reconociendo un nuevo gobierno.

De acuerdo a Bergamino “En eso Uruguay no puede transar ni debería permitirlo ninguna nación democrática. Consideramos que intentar imponer el reconocimiento como legítimo representante de Venezuela a esta delegación es, ni más ni menos, un avasallamiento de la legalidad de la OEA y no puede sino estar en contra de una situación de esta naturaleza. Ante esto, Uruguay se retirará de la Asamblea de la OEA”, puntualizó el vocero uruguayo.

Asi mismo se escucharon voces enfáticas de protesta de  los representantes de países como México y Bolivia.

Es de esta  manera como para Diego Pary Rodríguez, secretario de Relaciones Exteriores de Bolivia, quien protestó por la presencia de un representante de un país, -según argumentó- de acuerdo a  la Carta de la OEA, no es Estado miembro.

Según el  representante boliviano: “Bolivia hace constancia que el estado venezolano el 27 de abril del 2017 realizó la denuncia oficial y formal ante la OEA y en ese sentido, el 27 de abril del 2019 se cumplió su retiro definitivo de la Organización. Por lo anterior, no corresponde que un estado que ya no es miembro participe de la Asamblea porque vulnera la institucionalidad de la OEA, y la participación y los derechos de los estados miembros. Por eso solicitamos retirar esa participación de la Asamblea General”, indicó  Pary Rodríguez.

La argumentación de Pary  la  fundamento en  el Artículo 143 de la Carta, según el cual  esta podrá ser denunciada mediante comunicación escrita y que tras 2 años, a partir de la fecha que la Secretaría General reciba la notificación, la carta cesará en sus efectos respecto al estado denunciante y este quedará desligado de la organización.

A su vez  Luz Elena Baños, representante permanente de México, dejó en claro que la Carta de fundación de la OEA no le otorga a la Asamblea la facultad de reconocer Estados o gobiernos.

La vocera mexicana afirmó que: “Tampoco le da facultad a la Asamblea General, o al Secretario General, para tomar decisiones sobre reconocimiento de Estados, Gobiernos o la representación de estos ante la organización. México considera que las cartas credenciales presentadas por la delegación venezolana no cumplen con los requisitos necesarios para ser admitida su participación, porque no fueron expedidas por el Gobierno que pretenden representar, sino por una asamblea nacional”, puntualizó.

Por todo  anterior según lo expresado por Luz Helena Baños: “Esta nación solicitó incluir un pie de página en las memorias y anexos de la Asamblea, que deje constancia que: “ante las inconsistencias e irregularidades de las credenciales de la representación de Venezuela, que carecen de fundamento jurídico, México se reserva el derecho a cuestionar la validez de todos los actos y decisiones que emanen de la Asamblea de la OEA”.

la próxima cita continental se llevará a cabo el año próximo en Bahamas.

La candidatura de Bahamas fue presentada por su embajador ante el organismo, Sidney Collie, y aceptada por aclamación en la sesión final de la Asamblea General en Medellín, que estuvo marcada por el debate sobre la crisis venezolana y, en menor medida, por la de Nicaragua.

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De otra parte se ha levantado fuetes críticas ante declaraciones entregadas  días anteriores por el Secretario  General de la OEA  el uruguayo Luís Almagro, quién según se interpretó, ”veía  dentro de la posibilidades una intervención militar en Venezuela”, algo que se ha visto por críticos internacionales como una exabrupto en la medida que en ningún momento su función como Secretario General de la OEA  le daría  la vocería de ninguno de los países que hacen parte de la organización, tomándose atributos que solo le competen a las naciones integrantes que se manifiestan a través de sus delegados.

 

Por su parte Almagro luego en otras declaraciones intentó aclarar la interpretación de sus declaraciones que generaron rechazo de gran parte de la opinión internacional  y que llevaron  a manifestar que esta situación fuera llevada hasta la Organización de la Naciones Unidas en donde Rusia y China tienen poder de veto  dentro del grupo de cinco miembros  permanentes del Consejo de Seguridad, gobiernos que han asumido una posición contraria a la intervención  de fuerza de tipo internacional para destituir el actual gobierno.

 

Lo anterior se convierte en  un campanazo de alerta y llamado a la reflexión  en la medida que las acciones de fuerza terminan afectando a la población más vulnerable  que deben sufrir las consecuencias de las acciones demenciales por el sostenimiento del poder y el favorecimiento de los intereses de las potencias  dentro de la geopolítica mundial.